a todos,
están perdonados,
ahora,
perdónenme a mi.
todas las canciones de luz y girasoles,
de la ruta,
que todavía no se escribieron,
y que duermen en mi cama de pampa
la luz que entra por mi ventana,
a la habitación de otra persona,
de mi misma sangre,
pero completamente ajena,
las tranquilidad de las paredes recién pintadas,
la paz que hubo,
los pies descalzos sobre los sillones,
las cenas, el amor de lucas y lucrecia,
la promesa verdadera,
sincera y esperanzada,
que le hice a mi hermana,
de recorrer la interestatal.-