unas pares de pisoteadas y un yeso en un recital de calamaro, con fito y vicentico de invitados

sin la izquierda por un tiempo, vengo con otro post futbolero. no es que no quiero escribir, sino que no puedo.
pero básteme decir que tengo mil historias, un libro de fotos y dos o tres personas que me gustaría volver a cruzarme arriba de algún bondi. porque a nadie conoces mejor que arriba de cualquier colectivo.
y si no me creen, ya van a ver. nuevamente la vuelta la dio un chico, en la de un grande, otro 13 de diciembre.
sin saber de justicia ni de tiki-tiki, banfield gano perdiendo. ñubels alentó todo, llenó su cancha y aplaudió con amargura.-