sábado, 28 de agosto de 2010

de qué hablar con el taxista cuando no está lindo, ni llueve, ni está por hacerlo.

ya es momento o, mejor dicho, vuelve a ser momento de traer de nuevo esas charlas de bares de esquina. y ahora, encima, con todo marc auge encima.
era de mediodía en cabildo, comíamos en mc los combos baratos y hablábamos de los chicos y el pelotero, de la cajita feliz, de nuestras preferencias. el mcdonalds estaba lleno, por eso compartíamos una mesa al lado de un hombre con barba, anteojos y aderezo en el bigote (que rápidamente se limpió, un duque).
cuando una persona abre su corazón y no te conoce, no te va a mentir. para nada. no tiene nada que perder, sólo puede ganar, aunque sea un abrazo y algunas monedas para el bondi.
el mundo está lleno de personas, nuestra vida está llena de personas. entre todas esas personas, hay gente. de toda esa gente alguna te cambia. cuáles son las chances de conocer a ese tipo de gente si te pediste dos cuartos de libra?
como todas las conversaciones de mc, la nuestra terminó siendo trascendental, como había empezado. la desesperación de 2007, la sempiterna furia de las calles, la depresión.
la persona que estaba al lado nuestro nos miró, no como a chicos malos (o málchicos), ni como a chicos punk de speed en los 80 esperando la guerra nuclear. nos miró como si fuéramos esos viejos hoy y empezó.
nos contó todo sobre la ingeniería naval, él mismo era uno de los pocos recibidos. él mismo había perdido la batalla contra las máquinas por su título añejado. no nos explicó nada, nos charló.
hablamos de tango, de la carrera y la tecnología, del barrio y de qué pasa en japón cuando tenés 60 años y dejás de trabajar.
habrá sido un rato, quizás intrascendente, quizás instructivo, pero te puedo asegurar que en esa media hora crecí mucho más que 30 minutos y aprendí bastante más que por qué son tan altas las tazas de suicidio en japón.-

1 comentario:

an⁀ex dijo...

Mat perdona que ten mancho la parte de comentarios pero me acorde al leer el final. tengo algo que pude que te interese, mas que nada para que me des una mano. no es trabajo ni una obligación.. solo es algo que tenía ganas de hacer y que vos me podes ayudar a limar. eso. después si nos cruzamos por emesehene te paso.