sábado, 25 de abril de 2009

postimpresionismo mágico

yo lo vi todo, fue una noche de hace un tiempo, volvia de olivos y habia olor a tierra mojada, noche de frio, aviones bajando, nafta y perfume.
mientras desafiaba semáforos y te cantaba en nubes de respiración vino un viento arremolinado, suave pero decidido, y de a poco, progresiva y paulatinamente, la calle pampa se fue convirtiendo en una pintura de van gogh, con sus pinceladas cargadas, postimpresionistas y bien empastadas.
las hojas se acomodaron en la calle y las veredas, en los techos de los autos (e incluso cubrieron algunos) y tapiaron los escaparates de los negocios.
mientras dejaban a los árboles sin secretos, las hojas cantaron y crujieron, haciendo coreografías biomorfas dignas de kandinsky.
y así, una buena noche de otoño, las barrancas se deshicieron como un rompecabezas de mil trescientas siete piezas del color del fuego y el heno. quizás porque había llegado el momento, tal vez por costumbre, o alguna convención cronológica, pero a mi me gusta creer que fue para mi. para que te lo cuente. y para que me lo creas hasta la última hoja, porque con estas cosas no se jode.-

1 comentario:

Catalina dijo...

volviiiiiiiiiiiiiiiiiii