domingo, 5 de julio de 2009

la gata flora festeja en liniers y en patricios llora

si te soy sincero detesto tanto a velez como a huracán, pero no soy de los mala onda. es un "prefiero que no". por ejemplo, hoy toda la familia estaba con el fortín, por amigos, por leiva, y porque nos cae menos peor.
un partido muy serio para todos, con mucha puteada y otra tanta bombeada. pócos árbitros hubiesen sido peor elección. pero lo que más pesaba, más que la cinta, la localía y las canchas llenas, era la ilusión de unos y el deber de los otros:
velez sarfield llenó el amalfitani y cedió casi cinco mil almas a los que se atrevieran a ver, mientras que el ducó se llenó de esperanza para todos los que lo miraron por tevé (del estadio).
los ángeles de cappa tocaban de primera, firulete y bicicleta para "el mejor del torneo". velez, "el más sólido" te vacunaba 1 a 0, con o sin culo, pero sin perdonar y sin vueltas, excepto la del final.
el año pasado conocí a una quemera en la facu, gente que conoce al ducó desde el barro, que le sonreían los ojos cuando me dijo "este año es el centenario y vamos a hacer una re fiesta, va a tocar la renga. todo". supongo que 100 años no es nada (siempre que lo multipliquemos a gardel por 5), los abuelos querían enseñar la gloria a los nuevos, con un par de toques, entre puteadas y gritos, volver a sentir lo que no se dice.
pero la codicia del "6to grande" lo obligó a ir para adelante, con la chapa nueva y al día, largó la final, dura, trabadísima. sin juego lindo ni solidez, velez le perdonó un penal al globo, y los de patricios devolvieron gentilezas en orsai.
sobre el final, cuando todo parecía resuelto, cuando todo huracán tenía una sonrisa en la cara el destino dijo cruz, y el referí recordó algún penal que no cobró y dejó seguir, para que grite toda la gente del fortín. después de ahi fue caos, no estuve ahi, pero no me acuerdo con certeza que pasó. aunque no se a de mi agrado, me rompió el alma ver a cappa llorar, a la gente que no olvida querer recordar sin poder.
y para el pesar de muchos, el puedo pesó mucho más que el quiero y huracán se fue a casa, con siete y medio en las manos, rabia, puteadas para todo aquel que quiera oirlos y sobre todo para los que no quieran. con puños en las manos los jugadores festejaron el subcampeonato y con sangre en la cara velez dio la vuelta, otra vez, en su estadio.-

1 comentario:

Vick dijo...

como hincha de Velez digo PRESENTE en este post...
nada más...