martes, 6 de julio de 2010

algunas de las pocas razones por las que tengo que dormir con la tele prendida y siempre de frente a la puerta

desde lo de anama el departamento del bajo se hizo gigante. tan grande que hace falta prender la tele para sentirse acompañado. tan grande que se pueden sentir todas las generaciones que se ven en las fotos. tan grande y de noche que la gotita de la canilla fria del baño es intolerable y, te juro, da pánico cuando está oscuro. la de la ducha también. supongo que tengo que cambiar las gomitas, pero solo supongo.
barrer no es tan difícil, lo de la cera es otro tema. aspirar es tan fácil como usar el lavarropas.
los tiempos son otros en pampa, campos estaría orgulloso porque no es nada m.r.i., no hay linealidad. una vez cada tanto voy al disco, la comida puede ser a cualquier hora. todos los días riego las plantas y le mojo todo a la de planta baja, aunque al principio me daba miedo que se entere que era yo.
en todo este tiempo solo comí salchichas 1 (una) vez. y jamás comí sin lavar todo inmediatamente después. y estoy hablando de inmediatamente.
a veces me doy gustos: cuando estoy triste como relleno de bonobón, estaba 10 pe en disco.
como sea, hoy me llamó mi tío para hablar. cuando llegó a casa hablamos, mientras le cocinaba. escuché excusas de hace 25 años por las que debería venir a vivir conmigo, yo mientras tanto pensaba en lo que iba a subir al blog. creo que más o menos era así:
"recién llamé a mi primer entrevista laboral. el sábado tengo mi primer 15. anoche descongelé el freezer. creo que de ésto se trata ser grande".-

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