viernes, 15 de agosto de 2008

violentango

hoy mientras cruzaba las heras, desde el botánico para el zoológico, ví en el medio de la calle los viejos rieles del tranvía, fue muy lindo, todas esas cositas diminutas de Buenos Aires que le hacen merecer las mayúsculas y que la costumbre volvió invisibles.
Buenos Aires, cuanto te extraño y qué poco te conozco.

1 comentario:

Happy Bean dijo...

Ay, ay, ay... Pensar que de chiquito eras tan bonito e inteligente... ¡Mirá en lo que te has convertido! No importa, con paciencia y un buen psicólogo todo se arregla, y hasta es posible que vuelvas a tus orígenes, a estar nuevamente con estas miles de almas apasionadas por los colores del sol y del diáfano cielo, por la gloria y por el fútbol... ¡¡¡Te perdonamos Mati!!!