sábado, 31 de enero de 2009

cartas desde la ducha para andrés calamaro

andrés, no un admirador, sino un condescendiente, un condoliente (gracias gabo), un amigo que te banca hasta la última y te escucha en las malas y en las peores, y que peca de orgullo -por supuesto
porque en tus canciones no cantás, sino que contás, nos hablás desde un lugar privilegiado, con la seguridad de haber vivido un album quintuple como el salmón y sobrevivido, y hazañas por acá y afuera y adentro. pero a pesar de que estoy seguro de que elvis está vivo -creo que la línea clave ahí es "bob dylan también lo sabe"- creo que sí se puede vivir del amor, sino de qué estamos hablando? canciones de amor todas, toneladas. al igual que las películas. porque somos humanos y queremos el happy ending, queremos dar vuelta "clonazepam y circo" hasta encontrar un pasaje que haga pensar que nos quiere, porque sentimos y no nos queda otra.
sino, por qué escribís? de pareja, por una causa, o lo que sea. pero la ética, la estética, la crudeza y desesperación que hay en "no tan buenos aires", no es sin amor.
y cuando tus canciones, tus libros, tu arte, tu bronca en un lienzo de hace casi 100 años en un cafe de zurich, te dan de comer, estamos en problemas
la maldición de los poetas, una vida entera al servicio de la palabra, de la belleza (la que buscaba mann) y con valor y sacando pecho mientras nos arrastramos por el suelo, con 2 perfumes de más encima y la seguridad de cambiar el mundo con unas coplas, de esta vez hacer bien las cosas y que todo cambie, y la gran e indescriptible incertidumbre, el miedo inconmensurable a la resurrección, más que a la muerte misma.
por eso, creo que estamos grandes y que tenemos que querer como chicos, aunque no sepamos bien cómo

1 comentario:

Gise Loisotto dijo...